Muchos escritores desearían haber conocido en persona a sus autores favoritos, aquellos a quienes admiran, a quienes han intentado imitar y quienes han supuesto una gran influencia en el desarrollo de su estilo literario. También es este un deseo que, suponemos, anhelan los más fervientes lectores. En cuanto a los que ya nos dejaron, está claro que nos tendremos que conformar con leerlos, estudiarlos y, por qué no, hacernos una foto con las muchas estatuas que hay repartidas por el mundo, aquellas que nos recuerdan que un día esos dioses de la literatura fueron personas de carne y hueso. Queridos lectores, viajemos, pues, en busca de esas estatuas: -Comenzaremos nuestra aventura en Málaga. Allí podremos tomar el sol sentados en el mismo banco donde, desde 2005, se encuentra Hans Christian Andersen y su patito feo. La estatua, realizada por José María Córdoba, fue un encargo de la Casa Real Danesa para conmemorar la visita del escritor a esta ciudad eminentem...
"El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma". Marcel Prévost (1862-1941), escritor francés.